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6 de junio de 2011

Desde Dentro: Historia de un sueño por Miguel Angel Ponce

El Desde dentro de esta semana viene muy cargado de ilusión, emoción y todo acabado en ción... Miguel Ángel Ponce soñaba desde muy pequeño subirse a un coche de rallyes y lo consiguió, sentado a la derecha de Pepe Ascarza en su habitual evo, compartimos con el una experiencia única para el.

Crónica por Miguel Anguel Ponce debutante en el Campeonato extremeño de rallyes de asfalto, en el XXVI Rallye Norte de Extremadura



Historia de un sueño

No olvides nunca que si puedes imaginarlo, puedes conseguirlo. Porque si los trabajas, los persigues, y los mereces, acabarás cumpliendo tus sueños.

Son las dos de la madrugada de un viernes de finales de Mayo. Por un motivo que aun todavía no recuerdo me encuentro en el Hotel Cañada Real de Malpartida de Plasencia, pasando unos apuntes a limpio.

Es ya bastante tarde y a la mañana siguiente he de levantarme pronto, tengo pocas horas por delante para descansar y el sábado será muy largo… Creo que debo dormirme, despejar la mente, soñar con esas cosas que tanto me gustan (no, no son sueños eróticos, aunque esos tampoco están mal). Cierro los ojos y pienso, “mañana será otro día”.

Un sueño raro me acecha, lo contaré en primera persona para no descolocarte mucho. Te digo que es raro, porque lo primero que ocurre en mi sueño es que me levanto de estar durmiendo ¡Curioso ¿no?! Salto de la cama preocupado porque temo que sea tarde. Voy corriendo hacia el móvil a ver la hora, la alarma estaba puesta para las 6.00h y son las 5.57h, hasta en sueños clavo mi reloj corporal…

Me giro, y entre los primeros rayos del día que entran por la ventana, veo que Antonio Gómez, sí sí, el mismo que escribe en este foro, y hace las crónicas de GTs para la web, el mismo que ha copilotado durante muchísimos años a José Luis Ascarza (a partir de ahora lo llamaré Pepe) esta durmiendo en la cama de al lado. ¡Ojo, en la de al lado! Ya dije que este sueño no era erótico, y menos con esa tendencia sexual, con todo mi respeto a los gays.

Lo curioso es que no me sorprende. Para mi es normal que Antonio este ahí. En la otra habitación contigua escucho el ruido de una persona moverse, y al toser reconozco a Pepe. “OK, ya esta despierto” Pienso yo mientras que voy cogiendo la toalla, mis calzoncillos de Superman y… ¿ropa ignifuga? Pues sí, ropa ignifuga. Lo raro, valga la redundancia, es que nada me resulta raro.

Después de aseado, vestido, y desayunado, Pepe y yo nos montamos en su coche y nos dirigimos a El Berrocal. A estas alturas ya habrás descubierto de que mi sueño trata de que, por fin voy a correr en rallyes. ¡Y joder, como se nota que es un sueño, porque he cogido todo lo mejor que he podido coger! Un Evo IX, un piloto con más de 200 carreras a sus espaldas, un gran equipo de mecánicos y un espectacular rallye. ¿Quién dijo crisis? Al menos en los sueños no.

Nada mas llegar a El Berrocal me dirijo al podium de salida para coger la hora oficial del rallye.
Allí me vuelvo a encontrar con foreros copilotos a los que considero también amigos, como son Manuel Pedráz y Javier Martínez. El primero se afana y revuelve para coger la hora de mi reloj, y el segundo me pregunta que si he podido dormir. Mientras, en fila, ya esperan algunos vehículos como el de Enrique Acosta, Santi Barragan o Arbizu para subir al podium y tomar la salida. Voy deseando buena suerte a todo aquel que conozco personalmente que voy viendo.

Tomada la salida, y ya en la asistencia libre, Juanma, Pedro, Antonio y Javi, se afanan por dejar todo perfecto al mismo tiempo que me dan algunas indicaciones, sobre todo de la presión de las ruedas antes de salir al tramo.

¡Todo OK, vámonos para Hervas!

El roadbook me desconcierta, y algunas indicaciones me parecen ambiguas, menos mal que me conozco el camino… El enlace se me hace largo aunque bellamente amenizado por el amanecer sobre la preciosa sierra del Ambroz. Es la calma antes de la tormenta.

Entrando en el pueblo le digo a Pepe que nos paremos a colocarnos los cascos y HANS en la calle que baja al puente, pero mas adelante rectifico y le digo que se pare en la báscula municipal.

Control Horario 1: La Garganta. Estoy tan preocupado por tener las notas en correcta posición, y el crono preparado para iniciarlo que se me olvida darle el carnet de ruta al comisario. “¡Vamos niño!” Exclama Pepe. Aun así no estoy nervioso por lo que me viene. Se nota que es un sueño, porque siempre he dicho que ante esta situación estaría nervioso, y que la noche antes habría tenido nauseas.

3, 2, 1, ¡YA! Salimos a un tramo rápido, de buen asfalto, y con las ruedas frías. Noto como en varias curvas el coche tiene a irse de morro.
Llegamos a una Izquierda 2 puente y… de repente veo una gran masa de gente subida en la ladera de una Derecha 3 ++ que engancha con una Izquierda 2 paella. ¡Ostia que pasada! Pienso mientras voy cantando las dos ultimas curvas que acabo de mencionar. Y al llegar a la Izquierda 2 paella veo por el rabillo del ojo como Pepe tira de freno de mano mientras que encaramos la subida. ¡Dios que puta pasada! ¡Ha tenido que quedar guapísimo!
Seguimos tramo arriba y al pasar la hoja veo que no me concuerda la curva. No se como coño hice pero, en sueños, pensé rapidísimo y tire para la hoja anterior, verifique numeración de la pagina y rápidamente enganche con la curva que tocaba. “Uuff” pensé.

Llegando al final, veo mi indicación de parar el crono en las notas. “Mierda se me ha olvidado” dije para mi. Con la mini-cagada de no darle el carnet al comisario, y la seguida vergüenza me olvide de poner en marcha el reloj.

El enlace hasta Lagunilla se me hace tranquilo, comentamos un poco el tramo y poco más. Yo echo mis cuentas y bajo la ventanilla para que me de el aire. Siento algo de nauseas. Esta sensación se repetiría entre tramo y tramo aunque yendo cada vez a menos.

Nos paramos a unos largos metros del chopo de salida de Lagunilla para no entorpecer a quienes van por delante en la lista de salida, somos los primeros ya que los otros equipos se habían parado en Abadía y no queremos entorpecerles. Llegan Santi y Fran y me intereso por como les va, “Bien” me responden. Detrás Juanin Arbizu quien con gestos me contesta que va bien y adaptándose poco a poco al coche. Por cierto, a Enrique y Joaquín no les digo nada porque ellos, por horario, no pararon cerca sino que se dirigieron hacia el control horario de salida.

Puesto el casco y el HANS, compruebo las presiones de las ruedas.

¡30 segundos! Exclaman en salida. Varias personas están a ambos lados del coche, mas que en ninguno de los chopos que vi. Mientras le leo las primeras curvas.

¡YA! Me pego al bacquet como si fuese un títere. Increíble la potencia instantánea del Evo IX.
Después de varias curvas semi-rápidas y poca o ninguna referencia para situarme llegamos a la zona que, si hubiese tenido otro sueño pero solo de entrenos, mas facil me hubiera parecido. Las horquillas. De nuevo el Evo hace gala de su potencia de mas de 300 caballos y sube las horquillas que da autentico gusto. Este tramo lo disfruto mucho más que el anterior ya que el ritmo había sido mejor y no habíamos tenido problemas de ningún tipo.

Ahora toca el tercero: Montemayor del Rio.

Recuerdo como mis amigos, los hermanos Colchón, me habían hablado de este tramo en otro sueño anterior. Un tramo 100% copiloto. Y como el cabroncete de Manuel me metía miedo. Por lo que se ve en este sueño anterior también iba a correr el Plasencia…

En el enlace le voy recordando a Pepe los sitios a tener en cuenta. Los cruces, donde comenzaba la zona sucia del tramo, la curva a derechas cerrada y sucia del principio, o esa maldita curva de doble radio que también estaba de las primeras.

Estoy muy tranquilo, si ya lo estaba antes ahora más, puesto que los dos tramos anteriores habían salido muy bien. Los deseos de correr ese gran tramo me fluían por todo el cuerpo, pero a la vez me concienciaba de ser muy cuidadoso con los cambios de ritmo y rápido en los golpes de vista con las curvas de la zona rápida. Además aquí tampoco me podía apoyar en hitos kilométricos. Afortunadamente tengo una buena memoria visual y de ubicación, si, hasta en sueños la tengo, y confiaba en que ella sabría reubicarme si me pierdo y adelantarme a las curvas para con ello saber adaptar el ritmo y entonación. No en vano las notas las llevaba muy bien redactadas y señalizadas.

Comenzamos el tramo y con antelación y tono adecuado le canto a Pepe la derecha de doble radio que se cerraba al final. Vamos trazándola y veo como corta la zona final, en ese momento oigo ¡Pum! Y siento como el coche se mueve de atrás. Pepe no dice nada, yo no digo nada y seguimos a nuestro ritmo.
Pasamos los dos primeros cruces y entre el 3º y el 4º Pepe exclama “¡Al coche le pasa algo, creo que hemos pinchado!” Cogemos el cuarto cruce notando movimientos extraños en el coche. Yo veo a un tío a la izquierda en la salida del cruce que se lleva las manos a la cara. Para mis adentros pienso “Madre mía, a que en vez de un pinchazo va a ser una ostia en el paragolpes…”. “¡Hemos pinchado!” repite. Miro la aguja del diferencial para comprobar que no es que este se haya estropeado y así pensar que sí, que realmente ha sido un pinchazo. La aguja esta bien y le digo “¿Quieres que paremos?”. Sabía que era un error parar, pero es su coche y él manda sobre los daños del mismo. “¡Me cago en la puta, joder!” suelta, “Venga tranquilo te canto mas despacio” le respondo. “¿Cuánto queda?”, “Seis folios” (solo escribo cuatro líneas por folio, por lo que quedaba poco), “¡Joder que mala suerte coño! ¡Con lo bien que íbamos!”, “Venga vamos a estar a lo que estamos”. De nuevo vuelve a repetir “¿Cuanto queda?”, “Tres folios”. “Joder y ¿Cuánto son tres folios?”, “Poco, ya queda poco.”. “¡Joder que putada un pinchazo!”, a lo que ya le contesto “¡Me cago en la puta vamos a estar a lo que estamos! ¡Ya no podemos hacer nada joder!”.

He aquí la típica conversación entre copiloto y piloto en la que el copiloto debe ser la cabeza fría del coche e intentar que el piloto se centre en conducir. Estuvo guay eso de gritarse. Maldito sueño…

Pasados el control de meta y el de fin de parque cerrado, me lanzo rápidamente a coger todas las herramientas para cambiar la rueda, mientras Pepe engrana una marcha para que no se mueva el coche.

Hemos perdido sobre un minuto en el tramo, y si a ello le sumamos lo gastado en el cambio de rueda y en lo despacio que vamos a tener que ir por el enlace debido a los grandes baches que hay nos da como resultado una llegada tardía al reagrupamiento. Eso pensábamos de camino, afortunadamente no ocurrió.

Antes de entrar a la asistencia voy cogiendo los tiempos de otros participantes y a la salida de ella cometo el fallo más importante de todo el sueño.
No le digo a Pepe que solo tenemos cinco minutos para llegar al control de salida del tramo. Por ese motivo no salimos con los cascos puestos de la asistencia, sino que nos paramos de nuevo en la báscula. Pero por si eso no fuera poco el freno de mano se queda enganchado y no se quita… Cuando salimos de allí nos quedaban menos de dos minutos. La había “cagado”, íbamos a penalizar… Y así fue. Pero esto no podía quitarme concentración, y cuando salimos al tramo todo se dejo a un lado.

Al llegar a meta la sensación es mucho mejor que la anterior pasada, al igual que el tiempo. Aun así a ninguno nos gusta el tramo.

Llegados al final de Abadía aparcamos detrás de Tomé, y mientras nos estamos poniendo el casco y el HANS aparece mi amigo Pedro Espino. Yo totalmente sorprendido (él estaba en la parte de cola de la lista, con el 205 GTi de Manuel Trasmonte) le pregunto “¿Qué haces aquí?”, “Na, que nos salimos en La Garganta, nos sacaron y pudimos seguir, pero aquí ya se ha acabado de estropear el coche…” “Joder que putada… ¿Y Trasmonte?” “En la grúa, con el coche.”

Al poco aparece el siempre simpático Manuel Trasmonte y tras intercambiar un par de frases más con ellos me meto en el coche para seguir y allí a la sombra de un árbol los dejo.

3, 2, 1 ¡VAMONOS!

Poco hay que contar de esta pasada. El ritmo fue mejor, pero por desgracia un trompo en la primera horquilla nos haría no superar la anterior marca. Más tarde se lo diría a Pepe, que cuando íbamos tomando la horquilla y tiró de freno de mano, sabía que nos iba a hacer un trompo. ¿Por qué lo supe? No lo sé, simple intuición y sensación.

Ahora volvía Montemayor, el tramo precioso. Concentración cien por cien.
En los recordatorios le digo que no corte en la de doble radio. No obstante, después, en plena carrera, se lo volvería a decir cuando encarábamos la curva.

Este tramo fue simplemente 10. Todo salió perfecto. Ritmo de carrera, ritmo de notas, entonación, sincronización, disfrute… Todo. Iba animando a Pepe como un cabrón “¡Vamos, vamos Pepe! ¡Lo estamos haciendo de puta madre!”.
La parte negativa, y reconozco que durante unos segundos sentí algo entre miedo e incertidumbre, fue cuando, después de una izquierda rápida veo, antes de una derecha ya no tan rápida, un triangulo de emergencia, y justo después a Enrique Acosta y Joaquín Ortiz. Mi pensamiento instantáneo fue “Espero que el coche no esté en medio de la carretera” (Ahora lo pienso y, después de haber salido varios coches delante nuestro eso era ya imposible).

De camino a la parada de mediodía en Plasencia me ocurre algo que me había pasado antes también entre tramo y tramo. Me emociono. Sí sí, me entran ganas de llorar, se me retuerce la cara y por mis ojos salen algunas lagrimas. Esto es grande, esto es increíble, soy un puto afortunado... ¡Vivan los rallyes coño! Pero bueno... no nos emocionemos mucho que es un sueño jejeje.

Reagrupamiento y asistencia, el único paro de verdad en todo el día. El único momento para comer algo medio decente. Gracias desde aquí a Antonio por el bocadillo de salchichón y queso, simplemente espectacular.
Durante este rato calculo los kilómetros del siguiente bucle, para el tema de la gasolina, y compruebo que no haya cometido ningún fallo al pasar las notas a limpio de dos tramos que me quedaban por verificar. De haber cometido fallo no habría problema, tenía las "sucias" y mis "sucias" son bastante "limpias" jeje.

En eso que aparecieron mis padres. ¿Mis padres? ¿En un rallye? y ¿Solo habiendo ido a la segunda de Lagunilla? Menuda locura, menudo sinsentido, menudas cosas raras tiene este sueño... Después de su visita express, de terminar de verificar notas, y comer... ¡a sacar el coche! Allí en el chopo pude conocer a un simpático Sergio Cerezo. Gran copiloto madrileño que en esta ocasión iba en el Clio Sport verde y blanco.

Afortunadamente en la asistencia había poco que hacer y nada importante. Aun así el tiempo se pasa volando y yo con tanto horario encorsetado me agobio, pero bueno, no me lio, que nos vamos para Arroyomolinos.

Creo que en la espera a la salida de Arroyomolinos ha sido la vez que mas he sudado en mi vida. No se cuantos grados haría, pero macho, a casi las cuatro de la tarde, con un sol de dos pares de cojones, y mas capas que una cebolla, estaba que parecía el manantial Los Riscos. Y es curioso como, de camino al tramo, pensaba hacia mí "si se me acabase el rallye iba a estar igualmente contento, ¡Que me quiten lo bailao! Estoy disfrutando como un cabrón."

Antes de empezar le recuerdo, como en todos los tramos, las observaciones y puntos a tener en cuenta, y también le digo a Pepe que vayamos con cabeza, que de arriba ya se ha caído mucha gente y podemos aprovecharlo de cara a la clasificación general final.

Delante de mí había cien metros, una derecha y seguido un pequeño rasante.

¡VAMONOS!

El tramo era muy rápido. Rectas, curvas rápidas, entallón con curva lenta, y otra vez todo de nuevo. Exceptuando la parte del medio que era flipantemente rápido, de ciento y algo no se bajaba.
Pero antes de llegar ahí recuerdo algunas cosas, como una izquierda dos que estaba muy sucia. Cuando la cogimos lo primero que pasó por mi cerebro fue la gente que estaba en la escapatoria, y de ahi al miedo a salirnos y atropellarlos debido a que íbamos rápido y había bastante gravilla. Todo en decimas de segundo. Increíble la mente humana.

Después la zona del rasante. Cien metros, rasante con fe y ciento cincuenta metros que acababan en derecha no dudar (la graduación más rápida de Pepe) y otros cien metros. Yo sabía que ese era el punto mas rápido del tramo, y quizá de todo el rallye, por ello ya estaba preparado para mirar el velocímetro. El trazado me lo permitía. 173, 174... ¡Y subiendo! Más tarde la telemetría diría que alcanzamos los 190 ¡Que puta pasada! ¡Me pone y todo!

El ritmo estaba siendo buenísimo y la sincronización era del 100%. Estuve a punto de animar a Pepe en varias ocasiones como hice en la segunda de Montemayor.

Pero al llegar al cruce se producía el fallo. El coche generó un fuerte apoyo en la rueda delantera izquierda, esto, unido a que delante teníamos montadas ruedas nuevas que estaban más calentitas que el palo de un churrero, dieron como resultado que el palier chico de esa parte se rompiera. Aun así en ese momento no se notó, fue curvas mas alante, en unas izquierdas que se hacía en leve subida cuando el coche comenzó a hacer un comportamiento extraño. Las marchas entraban pero el movimiento no conseguía llegar a las ruedas y un sonido raro salía desde el frente.

"¡Hemos roto!" Gritó Pepe, que veía impotente como al coche le costaba subir los pequeños rasantes. Para mi solo fue la confirmación de la sospecha que tenia por el ruido que oía...
A duras penas llegamos a la meta ya sin esperanzas de poder continuar. Pepe estaba mas afectado, no es porque sea suyo el coche, sino porque el se pone mas "cabreado".

Aunque intentamos solucionarlo no fue posible, y allí, en la bonita comarca de La Vera, terminaba el periplo.

No se si será porque fue un sueño o no, pero cuando me desperté de él solo podía sonreír. Cada vez que lo recuerdo una felicidad impresionante me llena todo el cuerpo.
Recuerdo las sensaciones, olores, imágenes, sonidos y... ¡buffff!

A partir de aquel día tengo aún más claro de que a esto es a lo que me quiero dedicar dentro de los rallyes. El copilotaje. De forma vocacional.

Por ello esto va dedicado a todos esos copilotos que siempre están en la sombra, haciendo grandes rallyes, siendo, a la vez, mecánicos, estrategas, psicólogos... Por ellos y por el gran trabajo NO RECONOCIDO que hacen va este relato. En especial a tres de ellos. A Juan Manuel Flores, por ser un buen amigo y dejarme toda la vestimenta ignifuga para correr. Mil gracias, eres parte importante de esto. Y como no, a dos grandes personas y amigos, los hermanos Colchón. Por enseñarme y ayudarme en todo. Por estar siempre ahí. Si algún día llego a ser un buen copiloto habrá sido gracias a ellos dos.

A toda la comunidad extremeña de rallyes que me ha apoyado y se ha preocupado por mí, y a mis amigos ¡GRACIAS! y a mi tío Tomás, porque sin él no hubiese llegado hasta aquí ¡MUCHISIMAS GRACIAS! Y por supuesto… a ADAS Sport. Aquí sobran porqués.

¡Vivan los rallyes, viva esta pasión, y viva el olor a gasolina de competición!

PD: Tengo un mono encima que no puedo con él. texto: Miguel Ángel Ponce - foto: likofotoracing

7 de octubre de 2009

Desde Dentro: Por Alfredo Martín debutante en la "I Clásica Ciudad de Cáceres"

Esta semana traemos un desde dentro muy peculiar y curioso, un debutante en la categoria de regularidad extremeña una especialidad que se ha impuesto y han acogido muy bien los aficionados extremeños, que llenan las lista de inscritos a cada prueba que se celebra conviertiendolas en un exito. La "I Clásica de Caceres" celebrada hace unas semans es el escenario de nuestro lector.

Crónica por Alfredo Martín debutante en la especialidad de Regularidad, en la I Clasica de Cáceres

Bueno pues algún día tenía que ser el primero, desde pequeñito me ha apasionado el mundo del motor, pero lo que más me ha tirado desde siempre han sido los Rallyes. Así que uniendo esta pasión con mi otra pasión que son los clásicos decidí participar en Regularidad. Me animó mucho la creación del Campeonato Extremeño, por lo que no lo dude y decidí iniciarme en esta especialidad en la I Clásica de Cáceres. La montura elegida fue mi fiel Renault 6 y la preparación fue muy sencilla. Ante la falta de presupuesto para equipos de medición de alta tecnología adapté un cuentakilómetros de bicicleta que me costó 25 euros y un cronómetro que me prestó mi padre. Sólo me faltaba el navegante, pero no me costo mucho trabajo convencer a mi amigo David Gómez.

Bueno en fin, no es lo que yo siempre había soñado al tener aspiraciones de correr Rallyes de velocidad, pero salvando las distancias entre las dos especialidades la Regularidad es una buena forma de empezar, sencilla y económica.

Llegó el día

El ambiente en la Plaza Mayor de Cáceres era perfecto, era como retroceder a los Rallyes de hace 50 años, el parque cerrado con las joyas de cuatro ruedas, los pilotos y navegantes estudiando el Road-book…

La primera etapa llega, a nosotros nos toca salir del parque cerrado a las 23:02, todo correcto, salimos, hacemos el enlace y por fin llegamos a la salida del primer tramo. Al llegar hay unos cuatro coches delante esperando para salir, le hecho una foto a la fila de coches, pongo el cuentakilómetros a cero y por fin, la emoción de un Rally, porque aunque a primera vista parezca que no también tiene su encanto y su emoción la Regularidad.

Este primer tramo, nuestro primer tramo, y además nocturno, que más podíamos pedir, una carretera revirada. Como anillo al dedo ya que la carretera era bastante revirada. A mi particularmente a sido el tramo que más me gustó del Rally, además al cruzar la población de Santa Marta de Magasca los vecinos nos animaban como locos. Para ellos era todo un espectáculo ver participar a un Renault 6 después de haber visto pasar Porsche 911, Ferrari 308, Lotus Elan, BMW 2002 Tii…

Los otros dos tramos nocturnos los afrontamos sin ningún tipo de problemas.

La Etapa 2

En la salida del tramo 4 tenemos un problema al poner a cero el cuentakilómetros y salimos algunos segundos tarde. Pero lo peor no había llegado, al ir avanzando el tramo nos encontramos a un equipo portugués con un mini cooper a contra tramo, seguimos avanzando y llegamos a un punto conflictivo en el que tuvimos la completa duda de si había que seguir la carretera o dar la vuelta como habían hecho los portugueses con los que nos habíamos cruzado. Salgo de la carretera, paro, cojo el libro de ruta y entre el navegante y yo intentamos descifrar el embrollo. Yo tenia la corazonada de seguir recto pero al final decidimos dar la vuelta, hasta que nos dimos cuenta del fatal error y tuvimos que volver a dar la vuelta y hacer el tramo bien, el resultado fue el puesto 35 en ese tramo (Leyendo después el Road-book sin la “presión” del Rally entendimos cual era el recorrido correcto). Pero con tanto dar la vuelta nos comimos el tiempo del enlace y llegamos al punto de salida del tramo 5 justo cuando salía el coche que iba delante nuestro, por lo que tuvimos el tiempo justo de colocar el coche en la marca, poner el cuentakilómetros a cero y salir al tramo. La sorpresa agradable fue que en ese tramo hicimos el 10 puesto, el mejor resultado de todos los tramos. Los demás tramos se desarrollaron sin incidentes, salvo el tramo 8 que el enlace era muy corto y lo teníamos que haber marcado en el libro de antemano (Un fallo de principiantes), así que nos metimos casi sin darnos cuenta en este tramo de sectores y tuvimos que improvisar entre el cronómetro y nuestras cabecitas.


Resumen

La experiencia perfecta, irrepetible. Por fin nos dan la clasificación final y nuestra sorpresa es que acabamos en el puesto 19, justo en mitad de la tabla, después de los errores que habíamos cometido y siendo nuestra primera participación. Además meter en ese puesto al R6 con el gran nivel que tenía la prueba (Había varios equipos que participan en el Rally de Montecarlo Histórico) fue toda una satisfacción personal y un motivo por el cual luchar y seguir en la brecha para ir perfeccionándonos. Muchos participantes nos felicitaron por haber hecho con nuestro cuentakilómetros de bicicleta mejores resultados que otros equipos que llevaban Terratrip, Blunik y demás equipos de medición.

En el Slalom que hicimos al final de la prueba quedamos en el puesto 9, y los asistentes disfrutaron viendo inclinarse al Renault 6, acercándose muchos de ellos a nosotros a decirnos que habíamos dado un espectáculo genial, que parecía que el coche iba a volcar.

El ambiente con los demás equipos fue de compañerismo total, y en especial darle las gracias al equipo formado por Joseba Medel y Begoña Sánchez, que muy amablemente nos aclararon varias dudas y con los que estuvimos intercambiando impresiones durante el Rally. A la organización sólo decirle que ánimo, que en la II Clásica Ciudad de Cáceres seremos muchos más.

24 de septiembre de 2009

Desde dentro: Crónica del XIII Rallye Sierra de Cádiz por Sergio Cerezo

El "desde dentro" en esta ocasión nos traslada hasta el XII Rallye Sierra de Cádiz de la mano de nuestro amigo Sergio cerezo copi de David Perez en el regional andaluz a bordo de un Peugeot 206 S1600 y el regional de tierra madrileño con Sergio Manzano con un Subaru Impreza, esta vez la suerte no acompaño a este equipo pero la vivencia desde dentro no tiene desperdicio.

Por Sergio Cerezo copiloto de David Perez en el regional de asfalto Andaluz.
Crónica desde dentro de XIII edición del Rally Sierra de Cádiz.

Después de un largo paron veraniego en esto de lo que a rallyes se refiere…. Nos encontramos a mediados de Septiembre, con la maleta lista para salir rumbo a Cádiz, puesto que en sus montañas interiores tendría cita la siguiente del Campeonato Andaluz.

Un recorrido fácil de entrenar aunque algo temeroso por la constante presencia de la Guardia Civil en los tramos, hizo que la cosa se alargase mas de lo debido… Aun así, David y yo nos los tomamos con mas calma de la debida y a conciencia, pues sabíamos que este era un rallye propicio para nosotros si lográbamos aguantar el ritmo matinal que impusieran Segura – Ranero en las tres primeras pasadas por Zahara.

El rallye empezó muy bien. David en su papel y yo en el mío, empezamos a atacar curva tras curva los 15 km que constaba el tramo. El ritmo desde dentro era vertiginoso y así lo atestiguaba el crono cuando pique en la meta del año pasado y vimos que bajábamos 6 segundos respecto a la mejor pasada de David en 2008… y aun quedaban los 3 km de bajada. El coche respondía perfectamente y al final del tramo, paramos el crono en 9:27, lo que significaban 3 segundos por debajo del tiempo de Emilio, lo que nos dejaba un buen sabor de boca.
Tras un enlace de unos 40 km, volvimos de nuevo a la salida de Zahara.. Allí, por varias averías mecánicas que dejaron la pista con zonas llenas de aceite en la pasada anterior, los comisarios nos retuvieron a los participantes media hora aproximadamente decidiendo si se hacia el tramo o se pasaba neutralizado.. al final, se opto por recortar el kilometraje quitando la bajada al completo, con lo que nosotros perdimos un poco de fuelle, ya que allí en la primera pasada por Zahara corrimos.. y mucho!


Al final, con ruedas frías y sin la temperatura óptima para estas nos dan la salida al tramo… Emilio sale como un cohete quizá “herido” por nuestro tiempo en la pasada anterior.. al final… el tramo es suyo y nos endosa 3,4 segundos, con lo que al final del primer bucle la cosa quedaba con nosotros 4 décimas por detrás de ellos.

Después de un reagrupamiento y una asistencia en la que prácticamente no tocamos el coche, salimos rumbo a la tercera pasada por Zahara. David y yo dábamos por bueno el resultado que ahora mismo manteníamos y nuestra intención ahora solamente era aguantar este último ataque de Emilio. Tras otra media hora parados como en la pasada anterior por esperar a que limpiasen la pista del aceite derramado en los otros dos tramos, nos vuelven a dar la salida… A los 200 metros de tramo, después de un pequeño rasante en izquierdas, el coche al apoyar en el suelo nos hace un extraño brusco y mientras David intenta mantenernos en pista, le oigo que me dice.. “aquí pasa algo raro.. algo no va bien”… yo sigo cantando notas y en la siguiente curva, el coche de nuevo que no quiere entrar en la curva.. David, vuelve a exclamar… “algo no va bien”… A medida que nos acercamos al cruce, le digo “párate ahí y miramos las ruedas, lo mismo hay alguna floja”… allí nos paramos y miramos el coche… aparentemente no tenia nada, todo estaba en orden pero lo cierto es que no entraba en las curvas… Después de reapretar las 4 ruedas, volvemos a la carga ( con el sentimiento del rallye ya perdido).. pero el coche sigue igual….. Como podemos, David pendiente de la carretera, y yo de los retrovisores por si venían coches para no estorbarlos, subimos Zahara… En tramo nos pasaron Camacho, Maldonado, Cordero, Paco Jiménez, Galán, Caballero…. Un desastre vamos!!! Paramos el crono en 19:16, mientras que Segura – Ranero hicieron un buen 6:58.

Otro rallye tirado por la borda! En la siguiente asistencia vieron que el culpable de nuestra pequeña avería era un tornillo de la rotula de la dirección que estaba doblado, con lo que este, metía la rueda para dentro y eso generaba que el coche no girase como tenia que girar con los correspondientes sustos.

Allí en el parque de asistencia… decidimos si abandonar o seguir en carrera…. Al final, para probar que el coche estaba bien y porque el gasto ya estaba hecho, decidimos seguir con la intención de correr como sabemos pero esta vez sin presión, y si podíamos dar algo de espectáculo en las orquillas de Grazalema, mejor que mejor.

La primera pasada por este tramo marcamos de nuevo el mejor tiempo, metiendo 5 segundos a Segura, 7 a Maldonado.. aunque ya eso poco nos importaba. La lucha bonita estaba ahora en ver quienes podían ser segundo y tercero del rallye, alternándose estas plazas entre pilotos como Camacho, Galán, Caballero o Maldonado. En la siguiente pasada, mas de lo mismo… rebajamos nuestro tiempo en 5 segundos y marcamos de nuevo un scracth mas.

Ahora le tocaba el turno a la bajada de Grazalema donde aun nos quedarían 2 pasadas mas por allí. El coche ahora sin ningún problema pasaba por las cunetas una tras otra sin inmutarse, hasta que después de un exceso de fogosidad tras un “ ojo frenando mucho, orquilla derecha 2 patina mucho” nos marcamos un trompo que nos dejo estancados en la cuneta unos segunditos hasta que el publico existente alli nos empujó para salir. Perderíamos 20 segundos aproximadamente, pero esta vez no nos importaba puesto que ya estaba todo hecho.. así que seguimos hacia delante porque aun nos quedaba una pasada mas por allí. En este tramo, el mejor tiempo fue para Segura – Ranero seguido de Camacho y Maldonado. La máquina roja de Oscar Gil, pasó por el mismo trompo que nosotros, perdiendo allí unos valiosísimos segundos y dicho sea de paso, perdiendo grandes aspiraciones para haberse subido al cajón del Gr.N. en este rallye.

La ultima pasada fue un mero trámite…arriesgando lo mínimo y con la cabeza en su sitio, corrimos como sabemos y marcamos de nuevo un mejor tiempo en el tramo que aunque en la clasificación general no nos valía para nada, servia para mantener nuestro ego algo mas alegre después de la pifia realizada en la tercera pasada de la mañana por Zahara.

Analizando el rallye al día siguiente, que quedo con que el sabor de boca con el que me vine a Madrid, fue un sabor agridulce, puesto que este fue otro rallye que se nos fue de las manos cuando parecíamos tener las cosas claras y bien encaminadas. Esta visto que las carreras este año tendrán finales dramáticos parecidos… así que desde hoy, nos iremos preparando para la siguiente, por lo que pueda pasar.

Gracias a toda esa gente que carrera tras carrera nos anima y nos apoya, y también gracias a todos aquellos que nos sacaron de la cuneta tras el trompo en Grazalema.

Saludos.

Sergio Cerezo.

17 de junio de 2009

Desde dentro: Crónica del Rallye Badajoz-Olivenza de tierra por Julian Jimenez

Esta vez en este apasionante apartado de vivencias personales de pilotos y copilotos contamos con la cronica vivida desde dentro de Julian Jimenez piloto que disputo el pasado "I Rallye Badajoz-Olivenza" del extremeño de tierra, debutante en esta especialidad nos relata con pelo y señales su experiencia vivida, no tiene desperdicio.


Por Julian Jimenez piloto debutantes en el "I Rallye Badajoz-Olivenza" del Cpto. extremeño de tierra.
Un sueño, mi sueño.

Parece mentira lo que es la vida. Llevo desde que era un renacuajo queriendo saber qué se siente desde el asiento del piloto en un rallye. Cuando era pequeño, en lugar de ver películas animadas veía videos de rallyes una y otra vez, y jamás me cansaba, es algo que me ha gustado siempre, y eso que mi padre siempre intentó quitármelo de la cabeza, pero creo que es algo innato, es pasión. He soñado miles de veces cuando era chico asistir a una carrera en la que mi padre compitiese, y gracias a Dios se cumplió. El que se cumpliera este sueño hizo que se formara otro; poder sentir desde dentro lo que eran los rallyes, pero claro, eso ya eran palabras mayores en mi casa…Montarme en el coche de carreras para probarlo, lavarlo o simplemente parado en la nave, ya era para mí una ilusión. Desde el año 2000, cuando mi padre volvió a la competición he intentado estar siempre presente no sólo en los días de competición, sino en los preparativos, (entrenamientos, verificaciones, haciendo dossiers, inscripciones, buscando patrocinadores, decorando los coches…) en todos los sitios he querido estar siempre, para aprender y para no perderme ni un solo momento de todo esto, que es mucho más que la carrera en sí. A día de hoy creo que puedo decir que tengo una ligera idea del mundo del motor, y la verdad es que este deporte es muy complejo, no deja de sorprenderme día a día.

Llegó el día.

El caso es que he tenido mil ilusiones: imaginándome vestido con el mono, con el casco concentrado antes de comenzar un tramo, y ese momento llegó en el pasado Rallyesprint Badajoz-Olivenza, el cual jamás se borrará de mi mente. Cuando me monté en el coche para ir al tramo, iba comentando con Franci (mi copi), que por fin había llegado el día y que no me lo podía creer, y él me daba consejos intentando calmar nervios, controlar la juventud e inexperiencia. Pero realmente me sorprendió a mi mismo la tranquilidad que tenía (tal vez los nervios decidieron ocultarse, jejeje). Al llegar al inicio de tramo, ya concentrado y preparado para salir a la primera pasada, repasaba mentalmente las partes del tramo que recordaba, y le comentaba a Franci que sentía como si no fuera la primera vez, me sorprendía a mi mismo la serenidad con la que contaba. Quizás eso me hizo encarar el primer tramo de manera tranquila…”a verlas venir” y a probar el coche (lo cual no pude hacer antes de la carrera).

La verdad es que me sentía cómodo conmigo mismo y con las notas que habíamos hecho de una manera poco segura, ya que en tierra sólo dan una pasada para coger las notas, y preferimos tomarlas de manera en que me quedara más bien corto que largo…os podéis imaginar. Desde el primer metro me concentré al cien por cien y me dediqué a aprender y a divertirme, cosa que os aseguró conseguí. El Clio se movía mucho de atrás, incluso en algunos sitios intentaba adelantarnos el culo…y cuando llevábamos unos dos kilómetros tuvimos un “espantón” de los buenos, del cual gracias a Dios salimos airosos. Me creció mucho escuchar a Franci decir “¡muy bien, muy bien, seguimos!”, y así hasta en dos ocasiones en la primera pasada, la cual era imprescindible terminar.

Cuando pasamos por la pancarta de meta levanté el pie del acelerador y se paró el coche de golpe…se había ido el alternador o teníamos algún problema eléctrico y no arrancaba. Franci parecía darse por vencido por momentos, ya que insistimos mucho, pero yo no podía creer que el sueño durara tan poco, y cuando vimos aparecer a Oscar Gutiérrez le pedimos que nos empujara con su coche, pero el barro hacía que patinara y que no se pudiera hacer nada. Tiraron un poco para adelante e hizo acto de presencia en el final de tramo Lucas Álvarez, y los dos pilotos junto con sus copilotos no dudaron en bajarse para ayudarnos a empujar el coche, lo cual era harto complicado debido al barrizal que había…pero ¡al final conseguimos meterlo en la carretera y arrancarlo! Tuvimos que ir toda prisa para la asistencia, donde penalizamos por entrar un minuto tarde, pero lo importante era seguir. Mi padre estaba algo nervioso porque tardábamos en llegar, pero cuando nos vio sonrió y me preguntó que qué tal había ido todo. Por primera vez era él el que me preguntaba a mí y no al revés…

Paso a paso.

Salimos al segundo tramo y no nos preocupamos ni de comparar tiempos ni de nada, porque teníamos claro que íbamos a aprender y a acabar, el resultado final nos daba igual, y más con un coche bastante humilde, el cual nos había cedido TALLERES MOLANO con todo el desinterés del mundo, y a quienes le estaré siempre agradecido (a Juanma y Javi en especial, aunque toda la peña de Atojierro echó una mano durante los preparativos).

El segundo tramo fue en el que más me divertí, ya que estaba el terreno mucho mejor y pude tirarle un poco más, pero siempre por su sitio y sin complicarme la vida, la tierra es preciosa…al igual que sorprendente y traicionera…algunas cruzadas más deslizantes de la cuenta me avisaban del riesgo del tramo, y hacían que controlara mucho para no salirme de la carretera. Recuerdo en concreto una zona del tramo, que era un rasante en izquierda muy rápido, al que le seguía muy de cerca una derecha en segunda, el cual hicimos de manera espectacular, en este sitio en concreto fue muy divertido, venia el Clio bastante enganchado y al encarar el rasante en izquierda, se fue el culo llevándolo cruzado hasta la entrada a la derecha, en donde no perdimos ni lo más mínimo, porque tuve que apurarla hasta la boca…(se me pone la carne de gallina mientras lo recuerdo).

El caso es que cuando llegamos al segundo cruce vi a mis amigos y a mi novia casi dentro de la carretera, y aunque sabía que eran ellos ni los miré, porque estaba muy centrado en el tramo (cuento este detalle porque me parece que relata bien lo centrado y a gusto que iba corriendo). El tramo era muy bonito, con tres tipos de terreno, uno de ellos (al final de tramo) parecía hielo, y es donde más cuidado había que tener, ya que las lluvias estaban poniéndolo cada vez peor. Al llegar a la asistencia, igual, mi padre y Tomás Medina sonreían y me pedían impresiones. Veía a Tomás disfrutar como el que más, él es uno de los nuestros, y lo vive mucho.

Ha sido una de las personas que siempre ha confiado en mí, y estaba feliz porque sabía lo que significaba para mí. Al llegar a la salida del tercer tramo, diluviaba sobre la pista y se empañaban los cristales. Yo estaba un poco preocupado, porque tenía que acabar el rallye y sabía que el terreno no me lo iba a poner nada fácil. Imaginad como no estaría el coche de empañado que mientras el cronometrador me daba la salida, yo estaba intentando limpiar el cristal porque no veía…Salí bien, algo fuerte, viendo que no se deslizaba demasiado el coche, y que podía aguantar ese ritmo porque me encontraba seguro, aunque sin confiarme. Donde habían complicaciones simplemente no arriesgaba (ya que me acordé de Paco Palomo, el cual me dio en el Rallye de Villafranca muchos consejos), y donde me veía seguro le tiraba, pero el Clio se mojaba y empezaba a fallar…el “ratoneo” hacía que hasta en cuatro ocasiones tuviera que ir durante bastantes metros en primera…y al llegar a la última parte del tramo era alucinante, porque el coche no atendía a órdenes e iba por donde quería, ya que era un barrizal increíble…Intentaba ir fino, y sin revolucionar mucho el coche, ya que así avanzaba más en el barro…nos dimos un par de sustos pero nada grave, y tras solventarlos conseguimos encarar el final y llegar a la meta, la cual crucé sin creérmelo y pensé: “¡lo hemos conseguido!”. Franci y yo nos dimos la mano mientras mantenía el coche alto de vueltas para que no se parase ya que venía fallando.

Final inesperado.

En la vuelta a Badajoz vi a mi padre y a Tomás apartados en la cuneta con la furgoneta, esperando a que pasáramos, y pude apreciar la felicidad de los dos, la cual me sorprendió aún más cuando llegamos a Lusiberia, donde mi padre me dio un abrazo de los que no se olvidan y me dijo, “enhorabuena campeón, te lo mereces”. Al entrar en Lusiberia en el parque cerrado, se cumplió un sueño, un debut a pedir de boca, y orgulloso por haber terminado la carrera y por haber conseguido mantener el coche en la pista con un terreno impracticable con la inexperiencia con la que cuento.

Cuando llegó Gonzalo (de la FEXA) y me dijo que había acabo el quinto, sinceramente no me lo creí, y cuando vi la hoja de tiempos me quedé alucinado, ya que además habíamos hecho un cuarto scrach en el último tramo con todos los problemas eléctricos, pero el no haber hecho ningún trompo ni ninguna salida nos benefició muy mucho en la clasificación general, ya que muchos tuvieron por desgracia esa mala suerte.

En resumen, pienso que mejor no podría haber salido, para mí ha supuesto un debut soñado en toda regla, y aunque no haya nada que dedicar, yo lo hago a los Talleres Molano, a Tomás Medina y a mi padre, que son personas que han confiado en mi desde el primer momento. Y también como no felicitar a todos mis compañeros que terminaron la carrera porque fue realmente complicado. Para terminar, decir que después de cumplir un sueño, nace otro…y espero que este no sea más que el primer “desde dentro” que relate.

10 de junio de 2009

Desde dentro: Cronica del XV Rallye de Granada por Sergio Cerezo

Esta semana en el apartado "desde dentro" tenemos a todo un campeon de rallyes todo un veterano y profesional del asiento derecho, Sergio Cerezo buen copiloto mejor persona, este buen madrileño ya nos visito recientemente cuando se inscribio con sergio manzano en la primera prueba del regional de tierra, en la actualidad disputa el regional andaluz de asfalto con David Perez a bordo de un Peugeot 206 S1600 y el regional de tierra madrileño con sergio Manzano con un Subaru Impreza, amigo de extremaduraderallyes le damos las gracias por su colaboración.

Por Sergio Cerezo copiloto de David Perez en el regional de asfalto Andaluz.
Crónica desde dentro de XV edición del Rally de Granada "Ciudad de Loja"

Dos dias despues del Rallye de Granada, sigo teniendo el mismo mal sabor de boca que tuve nada más abandonar el sábado. Y es que este año la fortuna juega con el infortunio y nuestros rallyes encarrilados, se van al carajo uno tras otro. Almeria fue el primer hachazo, cuando despues de una terrible lucha durante todo el dia con Juan Angel a la salida del último tramo se nos rompe el embrague y perdemos el rallye alli mismo, al final un segundo puesto que nos supo a derrota.En el Aceite, el error fue nuestro puesto que nuestro trompo de la primera pasada por Torre Alháquime donde perdimos 40 segundos aproximadamente nos pasó factura, ya que con las neutralizaciones y la climatología cambiante fue muy dificil recuperar el tiempo perdido... pero no se pudo conseguir y al final conseguimos un tercer puesto que nos supo muy a poco o más bien nada.

En Pozoblanco, saliamos con el pequeño de la saga, con el 206 XS del desafío. Allí la lluvia tambien hizo acto de presencia y nos volvió a pillar a todos con neumáticos de seco... Sabiamos que no podiamos luchar por ganar el rallye, pero uno siempre es competitivo y quiere estar ahí arriba.... Al final, despues de un fuerte golpe en el costado izquierdo del coche... pudimos continuar la marcha y acabamos sextos de la general.. un puesto que tras todo lo que pasó.. nos supo a dulce.Hoy contamos otra batalla.. el Rallye de Granada... el rallye de nuestra casa.Unos tramos muy bonitos para una zona muy seca... Dias antes David me decía, traéte ropa de verano que aqui hace ahora 38 grados y ya verás como vamos a pasar calor!. Yo soy un mandado y me presenté en Loja con mi maleta llena de ropa corta... El mismo jueves de entrenamientos David ya me estaba dejando ropa larga porque hacia frio.. pero lloveria el sábado durante el rallye???

La gente de la zona, internet, los telediarios decian que probablemente NO lo haría, y a ello nos aferrábamos.Comenzamos el rallye.... y los dos primeros tramos neutralizados porque faltaba un médico.. asique de camino a la asistencia yo pensé que no habia nada mejor como un paseo mañanero un sábado por los alrededores de Loja y Granada a bordo de un S1600. El segundo bucle ya saldriamos a correr. Marcamos los dos mejores tiempos y dejamos claro que este rallye, iríamos a ganarlo desde el primer momento, puesto que no queriamos tener percances de última hora como ya nos ocurrió en los rallyes anteriores. Al final del bucle, habíamos endosado 9 segundos a Emilio Segura y 15 a Juan Angel Ruiz... Llegamos a la asistencia larga y una vez más... que pasará? lloverá? hará sol?... Decidimos montar seco, y a 4 minutos para salir de la asistencia decidimos montar agua puesto que gente que teniamos en los tramos auguraban agua cuando a otros ya les estaba lloviendo. Juan Angel nos mira y ellos montaron mixto... Emilio Segura, se la juega y decide montar seco...

Llegamos a los tramos, Tocón, en su primera parte estaba seco, en la mitad de tramo húmedo y la bajada estaba empapada... con lo cual los tres acertamos con la monta y las diferencias entre nosotros tres eran mínimas. En el enlace al siguiente tramo, Algarinejo, David y yo nos frotábamos las manos, puesto que estaba cayendo la mundial.. pero a 10 minutos para la salida del tramo, salió el sol a relucir y el fuerte viento secó al instante la carretera.. Corrimos mucho en aquel tramo sabiendo que nuestros neumáticos en meta estarian degradados por completo, pero teníamos que ir a la asistencia.. al final, Emilio con seco acabó 4 segundos peor que nosotros y por su parte Juan Angel perdió 10 segundos debido a salir dormido los dos primeros km según su copiloto Miguel Angel.De nuevo una asistencia y la misma pregunta al mirar al cielo.. y ahora?? llovera? hará sol?? Todo el mundo coincidiamos en lo mismo.. lo anterior habia sido una nube pero ya no lloveria más... Decisión final, montamos seco. Emilio montó lo mismo que nosotros y Juan Angel optó por mixtas. En un enlace de 40 minutos hacia el tramo, el cielo se empezó a ennegrecer... Llegamos a la segunda pasada por Tocon con tiempo soleado, pero en salida nos confirman que hasta hacía 5 minutos habia llovido mucho... Salimos al tramo concentrados, y a dos km de la salida, en una izquierda fondo, el coche se nos va rectos contra un muro de tierra donde había gente apostada...

Sentimos dos golpes secos y cuando podemos arrancamos el coche... intentamos seguir el tramo, pero un km mas tarde, le dije a David que deberiamos parar... puesto que aún nos quedaban dos tramos más y 9 km del nuestro y algo en la trasera no iba bien. Al bajarnos, nos dimos cuenta de que rompimos las dos llantas derechas y toda la mecánica trasera, por lo que allí nos quedamos, apesadumbrados, tristes y preocupados por la gente que estaba justo en el sitio donde nos habiamos salido. Nada mas pude llamé al director de carrera para que me confirmase si habiamos hecho algo, pero por suerte nos informamos de que estaban bien, solo unos arañacillos pero nada más... Para nosotros, acabó el rallye! Nuestro rallye de casa.Al bajarme y enseñar el OK a los demás participantes, pude ver como corrian nuestros principales rivales...

El tramo se lo llevó J.A. que seguia recortando tiempo a Segura... La siguiente pasada por Algarinejo, sería para Emilio, con lo que al último tramo salian con una diferencia de 20 segundos aproximadamente para tan solo 10 km cronometrados. Juan Angel, con sus mixtas salió a tope y Emilio con seco por su parte, salió con su calculadora en la mano. El final, fue apoteósico... Juan Angel a 500 metros de la meta,cuando iba recortando 14 segundos a Emilio hacía un trompo con su precioso Subaru cayendo hacia atrás por un fuerte desnivel, dejando volcado su máquina y dejando en bandeja la tercera victoria en un mes para Emilio Segura.Segundo de la general acabó Caballero ( Evo IX) despues de haberse marcado un scratch en este último tramo y tercero en el cajón fue Maldonado con su Megane F2000.

Nosotros ahora seguimos con el mal sabor de boca que os conté al principio y con dudas ante el próximo rallysprint del dia 20 en La Carolina, pues el 206 XS del desafio aun no está reparado del golpe que le dimos en Pozoblanco y el Súper tiene que pasar por taquilla tras este desastroso Rallye de Granada.Desde aqui mi más sincera enhorabuena a los que acabaron aquel pedazo de rallye tan dificil y sobretodo mucho ánimo a nuestros rivales J.A. Ruiz y M.A. Garcia porque si nuestro rallye fue duro, ellos tambien se llevaron lo suyo, empezando mal el dia y acabándolo peor, puesto que por la mañana, nada mas salir del parque cerrado hacia la asistencia, un vehiculo cualquiera conducido por dos borrachos se cruzó en su camino y le dió un buen golpe al Subaru, dañando, paragolpes, rejillas, capot, faros... Hecho que en la corta asistencia de 10 minutos sus mecánicos "repararon" como pudieron. Nos vemos en los rallyes.

Un saludo.Sergio Cerezo.

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